sábado, marzo 10, 2007

DON QUIJOTE

Don Quijote, transformador de mundos


Muy buenos dias , le habla JULIO MARIO CASTRO RIVERA , para presentarles el programa GRITOS Y PALABRAS.
Nos sintonizan en la pagina de Internet www.lavozdelcinaruco.com a las 7:30 am todos los domingos.

Hoy dedicamos esta media hora a
Don Quijote, transformador de mundos
400 años hace que un hidalgo partió de algún lugar de la Mancha para desfacer entuertos, batallar con gigantes que parecen molinos, con la Iglesia toparse y ganar el amor de la muy fermosa Dulcinea. Hoy, cuando los orbes han completado innúmeros giros, la genialidad cervantina nos sigue haciendo reír... y pensar. Deslinde

Hace cuatro siglos, en 1605, vio la luz un libro que habría de cambiar la historia de la literatura: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Aparecía la primera novela moderna. Don Miguel de Cervantes Saavedra se había inventado el primer personaje que no permanece estático e inalterado; un ser literario que evoluciona, que cambia, que se contradice. En toda la literatura anterior los personajes eran "lo que eran", sin desarrollo psicológico ni características que los aproximaran al hombre. Es tal vez por eso que el autor checo Milan Kundera dijo que "el novelista no le debe nada a nadie, salvo al Quijote". Y es por ello también que todas, absolutamente todas de las disímiles teorías acerca de la novela se remontan a la obra de Cervantes como punto de partida.
En verdad, El Quijote son dos obras, y tienen diferencias. Es que hubo diez años de distancia con la aparición de la segunda parte, en 1615. Pero ocurre el milagro de que conformen una unidad integrada, la que ha llevado al dicho: "Nunca segundas partes fueron buenas... salvo en El Quijote". Pareciese que Cervantes inició su obra magna con la idea de hacer una más de sus Novelas Ejemplares, al estilo de El licenciado vidriera, pero que al captar las posibilidades del caballero extemporáneo que había creado le viese las enormes posibilidades de desarrollo y se lanzara a la aventura hombro a hombro con él y con Sancho Panza haciéndolos seres humanos que se enfrentan con el mundo que los rodea, como nos pasa a todos.
Ya desde su título, la novela nos da una de sus claves: la ambigüedad. En efecto, para la época "ingenioso" quiere decir, tanto hombre de entendimiento sutil, como loco. Entonces Cervantes abre la era de la novela moderna con ironía, con humor, desde el propio comienzo. Hidalgo es otra palabra que contribuye a ello; denota un estrato social "fijo d algo", pero era un título concedido a los viejos castellanos, que constituyen una especie de nobleza rural, de pocos recursos, que vive en casas solariegas y sobreviven más o menos decentemente. Así empieza a surgir este personaje cuyas ideas no se ajustan a la concepción de realidad que tienen los demás, y por lo tanto la combate desde su propia idealización de las novelas de caballerías, con sus héroes ilustres como Palmarés de Oliva, Palmerín de Inglaterra, Florambel de Lucea, Tirant Lo Blanc o el principal, Amadís de Gaula (de los cuales cree formar parte), sus princesas y doncellas, sus condes y duques, sus magos y encantadores buenos y malos, sus ideales de justicia que él mismo quiere imponer por la fuerza al mundo. Para ello transforma la realidad: de la humilde y tosca campesina Aldonza Lorenzo crea a la bella dama Dulcinea del Toboso, en nombre de la cual librará sus combates; de su pobre vecino Sancho Panza saca un escudero a la antigua; de su caballo flaco y desgarbado elabora el sonoro nombre de Rocinante (mediante un juego de palabras: rocín - antes. De estos hay cientos de ejemplos, como cuando él y Sancho encuentran una bacía de barbero, que Sancho llama como tal y Quijana, o Quesada, en fin, don Quijote, llama Yelmo de Mambrino; en la transición lingüística termina siendo "baciyelmo"). Y así se arma caballero, y sale a enfrentar su mundo de aventuras caballerescas.
Una de las aventuras más citadas y socorridas de Don Quijote es la de los molinos de viento. Y en verdad resulta paradigmática: el personaje ve algo (molinos), le parece otra cosa (gigantes) y actúa contra lo que le parece; ante la demoledora derrota de la realidad, elabora para Sancho una explicación: sí eran gigantes, pero un mago maligno se los transformó en molinos. Invierte, pues, el proceso. Pero la genialidad de Cervantes no permitió que tal proceso fuese reiterativo; no siempre Don Quijote sale derrotado, a veces triunfa; no siempre el ver y el parecer –aspectos clave para la lectura de la novela– operan del mismo modo. Por ejemplo, en el episodio de los rebaños, lo que nuestro caballero ve son dos polvaredas que vienen por un mismo camino, contrarias la una a la otra. No ve ovejas y carneros, sino nubes de polvo; entonces imagina lo que se esconde tras cada una de ellas: un par de ejércitos de caballeros que van a enfrentarse. Se los describe a Sancho con todos sus pormenores, sus yelmos, sus pendones, sus insignias, brindándonos una de las páginas más divertidas de la historia de la literatura. O en el caso de los duques, quienes para seguirle la cuerda le crean el caballo volador, Clavileño, y entonces le cambian la realidad, haciéndose así víctimas y no burladores del Caballero de la Triste Figura. O, para finalizar, en el célebre episodio del "Retablo del Maese Pedro", cuando espada en mano arremete contra los títeres para "desfacer el entuerto" que se está representando en el teatrino.
Don Quijote de la Mancha no está realmente dividido en dos partes sino en tres. Las marcan sus salidas desde la casa y su retorno a ella. La primera es muy breve (la novela ejemplar de base), la segunda es ya con Sancho Panza y completamente rural, donde la Venta se convierte en epicentro de la acción, y es vista por nuestro caballero como castillo o palacio; la tercera implica el ámbito urbano de Barcelona: "el mar alegre, la tierra jocunda, el aire claro". En el curso de ellas, Don Quijote se va "sanchipanceando", y Sancho se va "quijotizando". Es el diálogo, lo que modernos teóricos denominan "bivocalidad", que junto a la parodia y al humor configuran las bases de la novela moderna, cuya génesis está en la risa.
En las tres partes mencionadas, Don Quijote se enfrenta a aventuras que cubren todas las situaciones humanas, como la alegría, la tristeza, el éxito, el fracaso, la melancolía, el amor... y se ve envuelto con todas las clases sociales de la época de la España de Cervantes: la nobleza, con los duques; el lumpen, con los galeotes; y en medio los campesinos, los pastores, los venteros, los comerciantes, la Iglesia, con la que "hemos topado, Sancho". Y es aquí donde se despliega la visión crítica de Cervantes sobre la historia y la sociedad españolas. Tanto, que Carlos Marx aprendió español con el propósito exclusivo de leer El Quijote en su lengua original, y cuentan sus hijas que era una de las lecturas preferidas para compartir los ratos de interrelación con ellas. Y es que desde el comienzo la obra tuvo una recepción inédita; poco después de editada ya la habían pirateado, y no mucho más tarde aparecerían las primeras traducciones, al inglés y al francés. Y cada generación, cada tendencia estética surgida durante estos cuatrocientos años, ha hecho su lectura de El Quijote y ha encontrado nuevas y nuevas facetas inesperadas. Incluso un jurista colombiano, nariñense, de cuyo nombre no puedo acordarme, escribió un extenso e inteligente volumen titulado Tipos delincuentes del Quijote.
Pero no cabe duda de que este libro es, por excelencia, y como lo dice la más reciente edición de las Academias de la Lengua Española, una novela de hombres libres; y nos recuerda esta edición las palabras de Don Quijote a Sancho Panza: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres".
Para crear esta novela, Cervantes se esconde tras el nombre de un narrador que llama Cide Hamete Benengeli, cuyos manuscritos dice haber encontrado; es el hallazgo del narrador de la novela moderna, con un autor que se entromete en la historia, se burla de sus personajes. Como autor –no narrador– escribe el prólogo, donde expresa sus ideales estéticos. Allí llega a decir que él no es padre sino "padrastro" de la novela, declarándola espuria desde su nacimiento; recuérdese que El Quijote es primariamente interpretado como una obra contra las novelas de caballerías, que no tenían por lo general autor. Pero el prólogo de Cervantes individualiza su creación y establece una nueva relación con el lector, haciéndolo también particular. Dice también Cervantes que su obra es "menguada de estilo" (mal escrita), "pobre de conceptos y falta de toda erudición y doctrina"; quizá sea ello un indicio de la inseguridad de la creación de un nuevo género. Pero aclara que es ficción, algo inventado. Y dedica un momento a su propia concepción de la escritura, cuando dice que una obra debe estar "bien escrita", con "palabras significantes", sin retórica, honesta, bien redactada ("bien colocadas"), con oraciones sonoras y festivas, y procurando que la gente, los lectores, nosotros, riamos.
Es, finalmente, nuestro Quijote, un hombre que desde la perspectiva de su locura, que a menudo es gran sensatez, va transformando el mundo con el cual se topa y, lo más importante, a través de la ironía y el humor nos brinda una visión crítica de ese mundo. Con razón, cuando Don Quijote está a punto de morir, su fiel compañero Sancho le dice: "No se muera vuestra merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos años, porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin que nadie le mate ni otras manos le acaben sino las de la melancolía".
Y en verdad, Don Quijote sigue viviendo entre nosotros; nos lleva a las utopías y a las quijotadas, nos da ejemplo de entereza y fidelidad a las creencias y principios.

En Colombia varios medios de comunicación y bibliotecas públicas vienen tambien desarrollando actividades y lecturas en dicha conmemoración.

Esperamos haber contribuido con un granito de arena en el programa de hoy.
Si quieres proponer un tema escribanos a la siguiente dirección juliomario@telecom.com.co .

Oyentes de la voz del cinaruco, los espero el proximo domingo en sintonia del programa GRITOS Y PALABRAS a las 7 y media de la mañana. Le habló JULIO MARIO CASTRO RIVERA.

Feliz dia para todos

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