sábado, julio 05, 2008

CULTURA Y LIBROS



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Muy buenos dias , le habla JULIO MARIO CASTRO RIVERA , para presentarles el programa GRITOS Y PALABRAS.
Hoy dedicamos este momento cultural a LA CULTURA Y LIBROS

Escritor cubano Antonio Orlando Rodríguez presenta su libro ganador del Premio Alfaguara 2008 .

En Cinema Paraíso, los bogotanos tendrán la oportunidad de conocer más sobre la historia de una liliputiense de la vida real, llevada a la novela.

Duros cuestionamientos al mundo interno del Opus Dei hace Fernando Quiroz en 'Justos por pecadores'.

Sobre 'Parapapá', guía para padres desubicados, hablan Daniel Samper Pizano y Jorge Maronna.
El texto, escrito a cuatro manos por el escritor y periodista colombiano y el escritor y músico argentino del grupo Les Luthiers, fue lanzado en marzo en España y acaba de aterrizar en Colombia.

Ciéntífico inglés Stephen Hawking y su hija llevan la física a los niños con un libro.
Su libro 'Breve historia del tiempo', en el que expone su teoría, ha vendido, hasta el momento 12 millones de copias en todo el mundo.

Lanzan compilación de los textos del autor japonés Haruki Murakami.
No hay que dejarse despistar por sus títulos, que a veces pueden parecer ensayos de sociología, pues todos son parte del juego Murakami y si se conocen las reglas es fácil quedar enganchado.

Importantes escritores y críticos participaran en el curso 'La novela colombiana actual', en Bogotá.
La actividad se llevará a cabo a partir del 27 de mayo en el Centro Educativo y Cultural Reyes Católicos.

Casa América celebró 60 aniversario de libro "El Túnel" con lectura ininterrumpida en España .
La actividad estuvo a cargo de políticos, escritores y artistas, quienes durante cinco horas recordaron la emblemática novela del argentino Ernesto Sábato.


Escritor cubano Antonio Orlando Rodríguez presenta su libro ganador del Premio Alfaguara 2008 .

En Cinema Paraíso, los bogotanos tendrán la oportunidad de conocer más sobre la historia de una liliputiense de la vida real, llevada a la novela.
El día que cumplió doce años, el doctor Ignacio Cenda, padre de Espiridiona Cenda del Castillo -mejor conocida como 'Chiquita'-, la llamó a su despacho y la midió.
"Veintiséis pulgadas (66 centímetros)" murmuró con voz inexpresiva. Exactamente lo mismo que el año pasado. Y que el anterior. Aunque sobre ese tema no se hablaba delante de ella por delicadeza, su hija sabía que todos en la familia, excepto él, habían renunciado a la esperanza de que creciera".
Unas fotos de esta liliputiense cubana (como le llamaba con cariño su madre) que le enviaron por Internet fueron la inspiración para que el escritor Antonio Orlando Rodríguez recreara la vida de esta artista en su nueva novela 'Chiquita', con la que ganó el Premio Alfaguara de Novela 2008.
De nada sirvió que Cirenia del Castillo hubiera recurrido a los rezos de una mayombera o la leche de Nefertiti, la única camella que alguna vez llegó a Matanzas, para que su hija creciera.
Sin embargo, su tamaño nunca fue una ofensa para 'Chiquita'. Por el contrario, se convirtió en la catapulta que la lanzó al estrellato y la fama a principios del siglo XX en los teatros de vaudeville de Estados Unidos haciendo caso omiso a calificativos como 'pizca de humanidad', 'Muñeca viviente', 'Rayos X de Venus' y 'Reina liliputiense cubana'.
¿Cómo se encontró con esta historia, fue acaso una casualidad?
'Chiquita' Cenda llegó a mi vida por pura casualidad y en el momento menos oportuno, pues estaba a punto de comenzar a escribir otra novela. Pero al ver el retrato que una amiga me envió por Internet, engaveté el proyecto que tenía entre manos y los siguientes cinco años de mi vida estuvieron en función de 'Chiquita'. En realidad, aún sigue siendo así.
¿Podríamos definir este libro como una biografía imaginaria sobre un personaje real?
Sí, ya que para escribirlo tomé como punto de partida lo poco que se conoce de la vida de mi compatriota Espiridiona Cenda. Esta liliputiense cubana, de 66 centímetros de estatura, llegó a Estados Unidos en 1896, decidida a triunfar como bailarina y cantante, y alcanzó una celebridad tal que el presidente McKinley la recibió en la Casa Blanca en 1901. Pero yo soy un novelista, no un historiador, así que he recreado su vida a mi manera, con total libertad.
¿Qué tan difícil fue entrar a ese mundo de los liliputienses?
Para mí fue una sorpresa cuando empecé a investigar la época y descubrí la fascinación que existía en Estados Unidos y Europa por los artistas liliputienses. El público llenaba auditorios para verlos, y los había de muy diferentes categorías: desde los que actuaban en ferias y circos ambulantes hasta los que se presentaban en el Metropolitan Opera House. En realidad, ese deslumbramiento era parte de la gran curiosidad que despertaban los llamados ?errores de la naturaleza?: gigantes, mujeres barbudas, hombres-esqueleto, siameses, etc. Chiquita fue, por así decirlo, una megaestrella del gremio de los 'freaks'.
¿Qué tanto de realidad y de ficción tiene la infancia de Chiquita?
Pienso que parte del encanto que la novela puede tener para los lectores es esa cuerda floja por la que los invita a caminar, con un extremo atado en la realidad histórica y el otro en la fantasía. Hacer un deslinde sería como cortar la cuerda, así que prefiero no revelar detalles al respecto. Ahora bien: si leyendo el libro algo te parece real, entonces ten la certeza de que es real en el mundo que la ficción te está proponiendo.
¿Recorrió los lugares por los que pasó Espiridiona?
Visité Nueva York, Washington, Boston, Buffalo, París? Aunque en algunos casos la fisonomía de algunas de estas ciudades ha cambiado mucho, y los edificios en que se movió mi heroína (el hotel Hoffman House, el Palacio del Placer, el edificio de Pulitzer) ya no existen, fue una experiencia muy enriquecedora caminar por esos espacios.
En el libro se tocan mucho los temas esotéricos, ¿es un conocedor del tema o fue una ardua investigación?
Aunque pueda resultar decepcionante, disto mucho de ser un 'iniciado'; ni siquiera me considero un gran conocedor. Simplemente, trato de buscar autenticidad y color a través de buenas fuentes. Por ejemplo, antes de escribir el episodio de la médium Leonora Piper tuve la suerte de ver una maravillosa exposición de fotografías de sesiones espiritistas del siglo XIX que se exhibió en el Metropolitan Museum of Art, de Nueva York. Para describir los rituales de la bruja negra Felicita Siete Rayos, releí los estudios etnográficos de Lydia Cabrera. A eso, añádale un poco de imaginación.
El libro tiene 'ingredientes' que de alguna manera lo remiten a uno a ese realismo mágico propio de Caribe.
Escribir una novela de más de 500 páginas es un trabajo enorme, así que me niego a tener, además, que clasificarla. Sin embargo, tengo la impresión de que el mundo imaginativo de este libro está más cercano a lo real maravilloso, a lo fantástico y al non sense.
Igualmente la guerra de independencia cubana es un trasfondo primordial en la novela
¿Qué opina de esta lucha?
Las guerras de independencia de Cuba, que empezaron en 1868 y concluyeron en 1898, fueron muy sangrientas. Tenga en cuenta que España había perdido sus grandes posesiones coloniales y se negaba a renunciar a su 'perla' de las Antillas. Por otra parte, para los cubanos estaba muy claro que la isla era una nación y estaban decididos a alcanzar la emancipación a cualquier precio. La intervención de Estados Unidos le dio un giro inesperado a la contienda y marcó el futuro de Cuba como república
¿Es deliberada la importancia de los personajes rusos en la historia?
El gran duque Alejo Romanov visitó realmente Cuba en 1871 y es un hecho que 'Chiquita' compartió los escenarios con el gigante ruso Machnow. Me pareció imperdonable no poner esos datos históricos al servicio de la trama.
¿Algún familiar o persona cercana a 'Chiquita' se ha comunicado con usted tras la publicación de la novela?
¡No, gracias a Dios! Me temo que, de tener descendientes, quizás algunos episodios que inventé para 'Chiquita' les parezcan un poco atrevidos.
Usted vivió un tiempo en Colombia, ¿cómo recuerda esa experiencia?
Los años que viví en Bogotá están entre los mejores de mi vida. Pude conocer buena parte del país y hacer amistades que siguen siendo muy importantes hasta el día de hoy. Además, mi novela anterior, 'Aprendices de brujo', tiene como protagonistas a dos rolos de 1920.

Hawking y su hija llevan la física a los niños.
Juntos publicaron una novela para explicar a los menores la naturaleza del universo según el científico
El mismo del big bang.
El científico inglés Stephen Hawking pasará a la historia por su famosa teoría de la gran explosión como origen del universo, que se conoce en todas partes como el big bang. Pero la verdad es que también podría haberse destacado por su historia personal, al ser capaz de seguir en plena actividad a pesar de sufrir una enfermedad que le impide mover todo su cuerpo, salvo su cerebro, o tal vez por ser un hombre best seller, con cifras de ventas parecidas a las de J.K Rowling o Dan Brown. Su libro 'Breve historia del tiempo', donde expone su teoría ha vendido, hasta el momento 12 millones de copias en todo el mundo.
Es un gigante de la ciencia, uno de los pocos que tiene la fortuna de ser comparado en méritos con Albert Einstein o Isaac Newton. Su éxito editorial es simplemente la consecuencia de su propósito para que el mundo entienda sus descubrimientos.
Su libro
El año pasado, Hawking y su hija Lucy, lanzaron al mercado el libro 'George's secret key to the Universe' una novela para niños y adolescentes que intenta explicar la naturaleza del universo desde la perspectiva del gran científico inglés. El libro acaba de llegar al mercado colombiano con el título La clave secreta del universo en una edición que incluye varias imágenes de nuestro sistema interplanetario, como apoyo de las explicaciones del responsable de la teoría del big bang.
La novela cuenta la historia de George un pichón de astrónomo que pasa su tiempo mirando la estrellas. Sus padres son unos fanáticos de la ecología, unos ortodoxos que rechazan todo tipo de tecnología. La vida y el entorno de George cambian cuando al vecindario en el que vive llega un eminente científico que le abre un mundo nuevo.
Una buena dupla
Lucy, por su experiencia como escritora, se encarga de la historia y de encontrar el hilo conductor, su padre aporta los conceptos científicos que son explicados con toda claridad para hacer parecer la física, en este caso literalmente, un juego de niños. Sobre este trabajo, la hija de Hawking declaró lo siguiente: "Mi padre tiene una mente muy clara y tantos conocimientos que es una auténtica felicidad trabajar con él."
Las cosas que pasan en el libro, las cosas que contamos, son cosas que él no tiene que buscar, las sabe porque se trata de su trabajo. Además, sabe cómo contarlas con el lenguaje claro y directo".
Un texto perfecto para que este científico entre a formar parte del supersaturado panteón de héroes juveniles. Solo que en este caso, se trata de uno de carne y hueso. ¡Error! Referencia de hipervínculo no válida.
Desafortunadamente el tiempo se nos ha acabado para seguir hablando de CULTURA Y LIBROS 2008.
Si quieres proponer un tema cultural escríbanos al correo electrónico juliomario04@gmail.com.

Oyentes de MERIDIANO 70, los espero el proximo domingo en sintonia del programa GRITOS Y PALABRAS a las 10 de la mañana.
Le habló Julio Mario Castro Rivera.

CUENTO SIN MORALEJA

Un hombre vendía gritos y palabras, y le iba bien, aunque encontraba mucha gente que discutía los precios y solicitaba descuentos. El hombre accedía casi siempre, y así pudo vender muchos gritos de vendedores callejeros, algunos suspiros que le compraban señoras rentistas, y palabras para consignas, esloganes, membretes y falsas ocurrencias.Por fin el hombre supo que habia llegado la hora y pidió audiencia al tiranuelo del pais, que se parecía a todos sus colegas y lo recibió rodeado de generales, secretarios y tazas de café.-Vengo a venderle sus últimas palabras -dijo el hombre-. Son muy importantes porque a usted nunca le van a salir bien en el momento, y en cambio le conviene decirlas en el duro trance para configurar facilmente un destino histórico retrospectivo.-Traducí lo que dice- mando el tiranuelo a su interprete.-Habla en argentino, Excelencia.-¿En argentino? ¿Y por qué no entiendo nada?-Usted ha entendido muy bien -dijo el hombre-.Repito que vengo a venderle sus últimas palabras.El tiranuelo se puso en pie como es de práctica en estas circunstancias, y reprimiendo un temblor, mandó que arrestaran al hombre y lo metieran en los calabozos especiales que siempre existen en esos ambientes gubernativos.-Es lástima- dijo el hombre mientras se lo llevaban-. En realidad usted querrá decir sus últimas palabras cuando llegue el momento, y necesitará decirlas para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. Lo que yo iba a venderle es lo que usted querrá decir, de modo que no hay engaño. Pero como no acepta el negocio, como no va a aprender por adelantado esas palabras, cuando llegue el momento en que quieran brotas por primera vez y naturalmente, usted no podra decirlas.-¿Por qué no podré decirlas, si son las que he de querer decir? -pregunto el tiranuelo ya frente a otra taza de café.-Porque el miedo no lo dejará -dijo tristemente el hombre-. Como estará con una soga al cuello, en camisa y temblando de frio, los dientes se le entrechocaran y no podrá articular palabra. El verdugo y los asistentes, entre los cuales habrá alguno de estos señores, esperarán por decoro un par de minutos, pero cuando de su boca brote solamente un gemido entrecortado por hipos y súplicas de perdón (porque eso si lo articulará sin esfuerzo) se impacientarán y lo ahorcarán.Muy indignados, los asistentes y en especial los generales, rodearon al tiranuelo para pedirle que hiciera fusilar inmediatamente al hombre. Pero el tiranuelo, que estaba-pálido-como-la-muerte, los echó a empellones y se encerró con el hombre, para comprar sus últimas palabras.Entretanto, los generales y secretarios, humilladísimos por el trato recibido, prepararon un levantamiento y a la mañana siguiente prendieron al tiranuelo mientras comía uvas en su glorieta preferida. Para que no pudiera decir sus últimas palabras lo mataron en el acto pegandole un tiro. Después se pusieron a buscar al hombre, que había desaparecido de la casa de gobierno, y no tardaron en encontrarlo, pues se paseaba por el mercado vendiendo pregones a los saltimbanquis. Metiéndolo en un coche celular, lo llevaron a la fortaleza, y lo torturaron para que revelase cuales hubieran podido ser las últimas palabras del tiranuelo. Como no pudieron arrancarle la confesión, lo mataron a puntapiés.Los vendedores callejeros que le habían comprado gritos siguieron gritándolos en las esquinas, y uno de esos gritos sirvió más adelante como santo y seña de la contrarrevolución que acabó con los generales y los secretarios. Algunos, antes de morir, pensaron confusamente que todo aquello había sido una torpe cadena de confusiones y que las palabras y los gritos eran cosa que en rigor pueden venderse pero no comprarse, aunque parezca absurdo.Y se fueron pudriendo todos, el tiranuelo, el hombre y los generales y secretarios, pero los gritos resonaban de cuando en cuando en las esquinas.